Como parte de las subvenciones que el Congreso del Pueblo entrega a los congresistas para apoyar a la población hondureña, el congresista por el partido Democracia Cristiana (DC), Carlos Raudales, gestionó la importante construcción de la escuela Carlos A. Maradiaga, en el caserío de El Encino, Cedros.
Con la construcción de esta escuela, más de 24 niños de una de las comunidades que por 12 años fue una de las más olvidadas de Francisco Morazán, tendrán la oportunidad de tener su propio centro educativo, equipado con pupitres, ventanas, mesas, sillas, pizarrón, pintado y con sus respectivos baños.
Gracias a la construcción de esta escuela, los niños del caserío El Encino ya no recibirán clases en casas, debajo de árboles y en todo tipo de precarias condiciones.
Raudales agradeció a las autoridades del centro escolar, ya que han sido parte fundamental para que este proyecto se haya hecho realidad, siendo un sueño de parte de los padres en poder tener un centro educativo.
“Es un total de 24 niños que hoy sonríen porque las condiciones de este centro educativo ya son dignas y van a estar recibiendo el pan del saber en una silla digna, que les prestan todas sus comunidades para que ellos puedan concentrarse. En las instalaciones ya no se mojarán porque son de primera”, acotó Raudales.
Adicionalmente, el congresista Raudales agradeciendo al presidente del Congreso Nacional, Luis Rolando Redondo, por el apoyo canalizado para la comunidad de Cedros a través su persona, y agregando que el proyecto ejecutado es esfuerzo de todos y que el pueblo hondureño debe saberlo.
Raudales dijo que existe el apoyo por parte del Congreso del Pueblo, al igual que de las personas de la comunidad. Finalmente, lamentó que las subvenciones han sido satanizadas por grupos de personas, y esta obra es una muestra de que el dinero es quien lo administra y si las personas que lo administran bien, los recursos llegan donde tienen que llegar.